jueves, 4 de diciembre de 2014

"Descompresión"

Presión - Descompresión

 
 
Hay momentos en nuestra vida en los que pasamos por una época de presión. Normalmente son presiones que nos creamos a nosotros mismos, o bien porque dejemos a otra persona que nos imponga una serie de: ritmos, exigencias, peticiones, etc., o bien, porque nosotros lo hemos buscado conscientemente, como podría ser: tomar una decisión difícil, enfrentarnos a un miedo, o lo que sea.
 
En cualquier caso, hemos permitido que esa presión nos invada, nos haga sentir agobiados, a veces, impotentes, otras veces rabiosos, desubicados... pero antes o después esa época debe pasar.

A nivel emocional, la descompresión es el proceso mediante el cual una parte de nosotros mismos quiere volver a posicionarse y a estar bien consigo mismo, y para ello, debe soltar toda exigencia que tenía sobre sí.
La descompresión significa SOLTAR: soltar el estrés, soltar el miedo, soltar todas aquellas emociones que nos tuvieron en vilo durante ese periodo. Y si hacemos una descompresión consciente, va a ser mucho más fácil y rápido volver a la normalidad.
Hacer que se ASIENTE la energía nueva. A partir de esa experiencia que has pasado, sea como sea el resultado, se ha generado una energía nueva, diferente. Si asientas esa pauta desde la consciencia, te va a ayudar de una forma más eficaz en cualquier otra situación parecida que te encuentres.
 
 
Descompresión es volver a nuestro estado de equilibrio y calma. Es como cuando el agua se congela dentro de una botella de plástico. La botella está sometida a la presión de la fuerza del agua y durante el tiempo pertinente, la botella se tiene que amoldar a esa presión antes de estallar. En este caso, nuestro interior (emociones, sentimientos, pensamientos, inconsciente...) es el agua, y nuestro cuerpo, es la botella.
Después de un tiempo donde hemos logrado aguantar esa presión sin estallar (sin caer enfermos), el agua tiene que volver a su estado fluido, donde se pueda amoldar a cualquier cosa.
En muchas ocasiones nos exigimos "tener que estar bien", pero si hemos estado sometidos a una cierta presión, debemos ser flexibles con nosotros mismos y permitirnos el tiempo necesario para hacer el proceso inverso.  
 
Es importante que nos evaluemos para saber si estamos sometidos a cualquier tipo de presión:
- Si se nos quita el sueño,
- Si no descansamos por la noche,
- Si estamos nerviosos,
- Si se altera nuestro apetito,
- Si sentimos cambios bruscos de humor
- Si nos volvemos agresivos
- Si nos ponemos tristes...
Podríamos estar pasando por un estado o experiencia personal que nos está activando una presión de la que a veces no somos conscientes.
Un ejemplo muy común podría ser el estrés. El estrés es presión, y en muchas ocasiones, conseguimos hacer pequeños procesos de descompresión en medio de dicha experiencia, como podría ser a través del llanto, o del ejercicio, o de los paseos, o de la meditación, o del baile, o pintar, o limpiar, o de muchas otras cosas que nos ayudan a soltar.
 
En cualquier caso, cuando nos hacemos conscientes de que hemos estado bajo presión, debemos permitirnos hacer el trabajo inverso, y hacer las actividades que nos ayuden a ello de manera consciente.

Una forma de permitirnos hacer la descompresión de forma saludable es:
- Darnos tiempo. Ser flexibles y comprensivos con nosotros mismos. No debemos exigirnos una mejoría imponiéndonos más presión. Debemos entender porqué estamos en ese estado, qué nos ha llevado a entrar en una situación de presión para poder poner una solución con consciencia.
Si simplemente nos exigimos "estar bien", eso nos ocasiona más carga, es tratar de poner un parche sin saber de dónde surge el problema. 
 
Cuando has pasado una época de presión en la que has estado "al límite", después te toca pasar la etapa de descompresión para volver a la normalidad, entendiendo por normalidad: el equilibrio y un estado de paz y serenidad saludable.
 
 

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