jueves, 13 de noviembre de 2014

Temor al miedo

¿Quién de nosotros no ha sentido miedo alguna vez?

Personalmente han sido días en los que han estado saliendo a la luz muchos miedos que durante mucho tiempo había mantenido a raya. Ahora es el mejor momento para enfrentarme a ellos y esta vez superarlos.
 
Cuando tenemos miedo a algo tendemos a taparlo, a dejarlo pasar, a evitarlo... pero siempre, antes o después, ese miedo acaba volviendo a salir.
 
El miedo nos bloquea, nos hace sentir vulnerables, débiles, nos provoca una sensación de desasosiego que nos paraliza y eso no es nada agradable.
Me estoy dando cuenta que muchas veces, las cosas que más nos dan miedo son cosas que en realidad deseamos tener, conseguir, superar, aprender, integrar... Parece ilógico ¿verdad? pero en realidad no lo es. Te pondré algún ejemplo:
 
- Cuando empiezas una relación de pareja y estás feliz y súper enamorado/a, empieza el miedo a perder a esa persona tan maravillosa.
-  Cuando comienzas un nuevo proyecto que lo llevas deseando mucho tiempo, te da miedo no alcanzarlo o fracasar, o alcanzarlo y tener éxito. (Ahí te proteges lanzando excusas que hagan retrasar tu proyecto...)
-  Cuando deseas tener hijos de repente te entran los miedos a no ser buen padre.
-  Cuando quieres dar una conferencia delante de muchas personas aparece tu miedo escénico que te empieza a jugar malas pasadas y muchas veces termina boicoteando tu iniciativa.
 
 
El miedo nos puede servir de ayuda a la hora de identificar nuestros sentimientos. Si no tuviésemos miedo a las cosas muchas veces no sabríamos apreciar lo que tenemos o lo que queremos conseguir. Pero no podemos quedarnos en el temor, debemos superar la circunstancia que sea.
 
La depresión es un reflejo de ese miedo. El temor al propio miedo nos produce sentirnos pequeños e impotentes. Pero en realidad, si lo tenemos en nuestra vida es porque lo podemos superar, porque podemos aprender algo de eso, y porque en el momento en que lo superemos nos vamos a sentir más libres, felices y confiados. Pero para superar el miedo debemos de empezar sintiéndonos todo eso: libres, capaces y confiados. Es lo mismo que cuando se oye: "cuando me sienta bien seré feliz", pero en realidad funciona al revés, "cuando soy feliz me siento bien".
En los momentos más difíciles trata de encontrar el lado positivo y desde ahí transforma ese miedo en amor. Siéntete dichoso en cada circunstancia porque todo tiene algo bueno (aunque a veces no lo sepamos ver).
A mí lo que me sirve en estos casos es recordar que la vida es un juego y me propongo disfrutar de cada instante y cada partida. No vas a tener que hacer nada que no quieras, pero que no sea dejar de hacer cosas porque el miedo te hace pensar que no lo quieres o no puedes.
Llegados a este punto vamos a hacer lo posible por no dejarnos "manipular" por nuestros propios miedos y dejar a un lado las excusas que se nos ocurren para evitar que nos enfrentemos a ellos. Dejemos de temer al miedo.
 

2 comentarios:

  1. Ah, pues sí, sí, me apunto también; ¡¡Vamos a darle todos un susto al miedo!!, que somos muy capaces... ¡Adelante!

    ResponderEliminar
  2. jajajaja... Sí. Creo que según lo vayamos superando, poco a poco, nos iremos sintiendo cada vez más libres :)

    Muchas gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar

Gracias por compartir tu opinión y experiencia.